El primer ministro israelí, Ariel Sharón, se encuentra consciente y en situación estable tras haber sufrido ayer tarde un infarto cerebral y haber sido ingresado en el hospital Hadasa Ein Karem de Jerusalén. En un breve parte médico, el subdirector del hospital Yuval Weis informó de que Sharón está «consciente y que se le están efectuando revisiones», pero que «su vida no corre peligro».
Otras fuentes del hospital señalaron que su estado no reviste gravedad y que puede hablar y comunicarse con sus allegados. El portavoz del hospital explicó en el parte que «el primer ministro ingresó a las 20.05 hora local (18.05 GMT)».
Fuentes médicas citadas por la televisión pública israelí dijeron que Sharón perdió brevemente el conocimiento mientras viajaba hacia Tel Aviv. Fue uno de sus hijos quien le recomendó dar la vuelta y regresar urgentemente al hospital jerosolimitano, proceso en el que perdió el conocimiento durante un tiempo desconocido. No obstante, medios de comunicación israelíes informaron de que Sharón empezó a encontrarse mal cuando se encontraba en su oficina de Jerusalén.El viceprimer ministro y responsable de Industria y Comercio, Ehud Olmert, asumió anoche el cargo de primer ministro de forma interina y hasta que Sharón se recupere de su dolencia. Sharón fue sometido a una prueba de resonancia magnética para detectar cualquier obstrucción arterial tras haber sufrido un leve infarto cerebral, dijeron las fuentes del hospital Hadasa Ein Karem de Jerusalén. Las revisiones a las que es sometido Sharón son las habituales para este tipo de casos y la urgencia con la que fue ingresado se debe al parecer, al hecho de que se trata del primer ministro y no a un cuadro de extrema gravedad, agregaron.
Poco antes de ingresar en el hospital, el jefe del Gobierno israelí se había reunido con el veterano político Simón Peres, con quien dialogó acerca de la campaña de su nuevo partido Kadima. Fuentes del hospital confirmaron que el primer ministro, de 77 años, ingresó en camilla en el centro médico tras «sentirse mal».
Después de su ingreso, el centro médico quedó acordonado por los servicios secretos y numerosos medios de comunicación se desplazaron para conocer más noticias sobre el estado de salud de Sharon.
Fuentes del hospital donde se encuentra ingresado no han querido profundizar sobre si el primer ministro es capaz de tomar decisiones en su estado, ni tampoco sobre si podrá repetirse en el futuro un cuadro similar. Los dos hijos de Sharón se desplazaron al hospital, al igual que su principal asesor, Dov Weissglas y el primer ministro en funciones, Ehud Olmert.
Entretanto, decenas de milicianos palestinos salieron a las calles de la franja de Gaza y efectuaron disparos al aire en señal de alegría por el estado de salud de Ariel Sharón.