Poco antes de que el ministro compareciera ante la prensa en Bagdad, el grupo radical iraquí Ansar al-Sunna anunció que había asesinado a quince guardias nacionales iraquíes que había capturado cerca de la localidad de Hit, en la carretera a Siria. En un comunicado colgado en Internet, el grupo, al que se asocia con Al Qaeda, subrayó que la masacre pretende ser «una lección» para los colaboracionistas.
«Tras ser interrogados, han reconocido los crímenes perpetrados por los cruzados (cristianos) contra los civiles y los combatientes islámicos. Han sido asesinados con pistolas para que sirvan de ejemplo», asegura el texto. La autenticidad del mismo no ha sido verificada aún por otras fuentes.
En Bagdad, el ministro de Interior admitía que esta violencia no va a cesar, e incluso se incrementará a medida que se acerque la fecha de los comicios.
«Existen peligros y amenazas, pero con la mediación de Dios, todo saldrá bien. No excluimos una escalada de la violencia, ya que son muchos quienes tratan de sabotear los comicios». Sin embargo, «confiamos en que el plan de Seguridad pueda ser cumplido en su totalidad, ya que contará con el respaldo de las fuerzas de la Coalición» que dirige Estados Unidos, subrayó Al-Nakib.
El ministro confirmó las medidas especiales de Seguridad que se tomarán para proteger a los votantes, y que ya avanzó días atrás el primer ministro interino, Iyad Alaui. Al-Nakib explicó que durante los días de la votación regirá un toque de queda nocturno (desde las 20:00 horas local hasta las 6:00 de la mañana del día siguiente), durante el que será detenido todo aquel que viaje en coche o porte armas.
«La circulación de vehículos entre las provincias y en los aledaños de los colegios electorales quedará restringida», resaltó. «Sólo las fuerzas de seguridad, las ambulancias y los medios de información podrán desplazarse, además de quienes trabajen en los colegios electorales», precisó.
Además, entre el 29 y el 31 de enero permanecerán cerradas todas las fronteras del país, incluido el aeropuerto internacional de Bagdad, agregó. Otra de las medidas adoptadas es ocultar la ubicación, hasta el día mismo de los comicios, de los colegios electorales que habrá en los lugares considerados más peligrosos. Alaui admitió el viernes, en televisión, que el plan no es perfecto y que tiene «defectos», pero expresó su confianza en el pueblo iraquí.