El presidente de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Yaser Arafat, subrayó ayer que su pueblo tiene derecho a Estado con capital en Jerusalén y reclamó el derecho de retorno de los refugiados, en medio de un ambiente de pesimismo por lo que se considera el fin del proceso de paz.
El mensaje de Arafat se produce un día después de la reunión en Washington entre el presidente de Estados Unidos, George W. Bush y el primer ministro israelí, Ariel Sharon, quien recibió su apoyo para la anexión de asentamientos de Cisjordania, el muro de separación, la negación del retorno de refugiados palestinos y la decisión de que no se vuelva a las fronteras de 1967. Sharon regresa triunfante hoy a Israel, con el respaldo de Bush para su plan de retirada unilateral de Gaza.
La aprobación de su plan unilateral ha sido considerado por la dirección palestina como el tiro de gracia al proceso de paz, el fin de la Hoja de Ruta, elaborada por el Cuarteto de Madrid, y un gravísimo hito histórico que hará peligrar, aún más si cabe, todo Oriente Medio. Desde su confinamiento en Ramala y tras una reunión de urgencia con su Gabinete, Arafat reiteró ayer que el pueblo palestino nunca se rendirá en su lucha por la libertad, la dignidad, la independencia, la soberanía nacional y la creación del Estado con capital en Jerusalén.«Los crímenes de Israel se toparán con más resistencia para forzar a los ocupantes, incluidos los colonos, al abandono de la tierra palestina», declaró. Y agregó: «Israel no alcanzará la seguridad con la ocupación, la arrogancia y el asesinato de nuestros líderes».