EFE/FRANCE PRESS-BAGDAD
La policía iraquí mató ayer a al menos seis personas en la
localidad meridional de Amarah, cercana a Basora, cuando trataba de
disolver una manifestación de desempleados que se tornó violenta.
Según el relato de los testigos, fueron los agentes de Policía los
que comenzaron a disparar, después de que los congregados, que
exigían puestos de trabajo, les atacaran con piedras y otros
objetos contundentes.
Sin embargo, fuentes policiales en la ciudad, que se encuentra bajo tutela del Ejército británico, aseguran que los primeros disparos procedieron de los manifestantes y que los agentes se vieron obligados a responder. Los manifestantes se habían concentrado en el centro de la ciudad para exigir a las fuerzas de ocupación que cumplieran la promesa de proporcionar trabajo a partir del primero de este año.
El desempleo, junto a la precariedad de infraestructuras vitales como la electricidad y el agua corriente, además de la falta de gasolina, son los principales problemas que sufre la población iraquí, nueve meses después de la ocupación de Irak.
Mientras, el helicóptero que el pasado jueves se estrelló en la ciudad de Faluya fue derribado por fuerzas hostiles, según reconocieron ayer fuentes militares estadounidenses en Bagdad. El general Mark Kimmit dijo que «los informes preliminares muestran que el helicóptero fue derribado por fuego terrestre», si bien insistió en que «la investigación aún no ha terminado». El Black Hawk transportaba a nueve soldados y todos resultaron muertos.Por otra parte, las fuerzas danesas en Irak analizan una sustancia misteriosa que escapa de un obús de mortero encontrado por soldados de este contingente. Según un oficial estadounidense, en la investigación se maneja la hipótesis de que el obús contenga un agente químico de gas. El general Mark Kimmitt, director adjunto de operaciones de la coalición, precisó que 36 obuses de 120 milímetros metidos en fundas de plástico y de los que salía un misterioso líquido fueron encontrados cerca de la ciudad de Basora.