JAVIER MARTÍN-BAGDAD
El siniestro del helicóptero coincidió con un día de confusión y
frustración en el exterior de la cárcel bagdadí de Abu Gharib,
donde centenares de personas esperaron en vano, a pleno sol, la
puesta en libertad de 506 presos, anunciada el miércoles por la
Autoridad Provisional civil estadounidense. Según el portavoz
militar de EEUU en Bagdad, Mark Kimmit, los nueve ocupantes de un
helicóptero medicalizado clase «Black Hawk» perdieron la vida
cuando el piloto trataba de realizar un aterrizaje de
emergencia.
Las primeras informaciones, que citaban testigos, especulaban con la posibilidad de que el «Black Hawk» hubiera sido derribado por grupos de insurgentes, como ya ocurrió el pasado 28 de diciembre con otro aparato militar estadounidense, también en Faluya. Sin embargo, Kimmit, que compareció en rueda de prensa en Bagdad, no reveló las causas y se limitó a subrayar que el incidente se encuentra bajo investigación. Este es el cuarto helicóptero que el Pentágono pierde en Irak en los últimos dos meses.
Un décimo militar estadounidense pereció en la madrugada de ayer a causa de las heridas sufridas tras un ataque de la resistencia contra un cuartel de la coalición levantado al oeste de Bagdad. Según la versión oficial, el ataque, en el que resultaron heridos alrededor de 40 militares, ocurrió el miércoles, minutos después del ocaso. Seis proyectiles de mortero lanzados desde un campo vecino impactaron cerca de los barracones donde a esa hora descansaba una patrulla militar de EEUU.