El primer ministro israelí, Ariel Sharón, y el titular de Defensa, Shaúl Mofaz, han ordenado el desmantelamiento de cuatro asentamientos judíos levantados sin permiso legal en Cisjordania, informaron ayer fuentes del Gobierno.
Se trata de los asentamientos de Guinat Ariel, habitado por diez familias, y los no habitados Hazón David, Bat Ain Maarav y Havat Shaked. El Gobierno tiene previsto debatir en breve el destino de decenas de asentamientos creados sin el consentimiento oficial.
El viceministro de Hacienda, Meir Shitrit, del ala liberal del bloque derechista Likud, afirmó ayer que Israel «tiene que evacuar todos los asentamientos ilegales sin pretextos, pues le causan un enorme daño ante la comunidad internacional». «La evacuación de los asentamientos es un interés de Israel, y no de los palestinos que esos asentamientos sean desalojados», agregó para indignación de los colonos y sus rabinos.
Los asentamientos no autorizados, varios de ellos alentados por Sharón cuando era jefe de la oposición parlamentaria al frente del Likud, «no agregan nada a la seguridad de Israel; por el contrario, ocasionan gastos que deben pagar todos los contribuyentes, entre ellos los del Ejército para protegerlos», declaró Shitrit.Por otra parte, tres palestinos murieron ayer a manos de soldados del Ejército israelí en las inmediaciones del asentamiento judío de Netzarim, según informó la policía de la Autoridad Nacional Palestina.