EFE-VIENA
Libia ofreció al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA)
su plena cooperación, incluida la apertura de todas sus
instalaciones nucleares, para demostrar su disposición a
desmantelar sus programas de armas no convencionales.
Este anuncio fue hecho, ayer en Viena, por el director general del OIEA -la agencia autónoma de la ONU, encargada de vigilar el cumplimiento de los compromisos de no proliferación de armamento atómico-, el egipcio Mohamed El Baradei, quien añadió que viajará a Trípoli la semana próxima para negociar los detalles de un nuevo proceso de inspecciones.
El gobierno de Muamar el Gadafi está dispuesto a firmar el Protocolo Adicional del Tratado de No Proliferación de armas nucleares (TNP), que permite el acceso ilimitado y sin previo aviso de los inspectores del OIEA a todas sus instalaciones de tecnología atómica.
El Baradei dijo que se trata de un paso positivo de Libia para «deshacerse de todos sus programas o actividades que podrían conducir a la producción de armas de destrucción masiva» y adelantó que se prepara en Trípoli la firma del protocolo.
El sábado pasado, El Baradei se reunió, en Viena, con una delegación libia, que le informó sobre el alcance de las actividades nucleares. «Libia ha intentado en los últimos años desarrollar actividades de enriquecimiento de uranio mediante centrífugas, en un proceso que se inició en la década de los 80 pero que fue impulsado con más ímpetu a mediados de los 90», indicó El Baradei.