EFE-ESTRASBURGO
El presidente de la Comisión Europea, Romano Pro di, instó ayer a
los seis líderes europeos que han exigido la congelación del
presupuesto de la Unión a que aclaren a los ciudadanos «qué gastos
quieren suprimir». Al término de un debate parlamentario dedicado
al fracaso de las negociaciones sobre la Constitución europea,
Prodi reclamó «cautela» a la hora de «mezclar con el debate
institucional argumentos que no son pertinentes».
El presidente del Ejecutivo comunitario reaccionaba a la carta suscrita por los jefes de estado o gobierno de Alemania, Francia, Reino Unido, Austria, Holanda y Suecia, en la que le piden a la Comisión que el presupuesto de la UE para el período posterior a 2006 quedé congelado en el 1% del Producto Interior Bruto, frente al techo actual del 1,24% del PIB.
«El debate sobre el presupuesto de la Unión que ha sido lanzado inmediatamente no tiene nada que ver con la CIG» (Conferencia sobre la Constitución), advirtió Prodi en una rueda de prensa junto a los presidentes del Parlamento, Pat Cox, y del Consejo Europeo, Silvio Berlusconi.«Por ello», añadió, «todos los que quieren ver reducida la capacidad de gasto de la Unión deben al mismo tiempo asumir la responsabilidad de dar cuenta a sus ciudadanos de qué sectores pretenden suprimir del presupuesto y sustraerlos a la responsabilidad de la UE».
Este año, recordó, «hemos devuelto a los estados miembros una enorme cantidad de dinero». «Pero se nos adjudican, por unanimidad de los gobiernos, innumerables tareas: (el proceso de) Lisboa, la investigación, la infraestructura, la justicia, los asuntos de interior, las fronteras, la seguridad, la política exterior, el comienzo de una política de defensa, y un largo etcétera».