El presidente de EE UU, George Bush, y el primer ministro británico, Tony Blair, renovaron su compromiso con la lucha antiterrorista tras el atentado cometido ayer en Estambul, que ha costado la vida de, al menos, veinticinco personas. El ataque contra intereses británicos se produjo horas antes de que Bush y Blair comparecieran en una rueda de prensa conjunta con motivo de la visita de Estado del mandatario norteamericano a Londres.
La intervención de ambos líderes ante los medios informativos estuvo casi completamente centrada en la tragedia de Estambul. Tanto Bush como Blair condenaron en términos muy enérgicos el ataque suicida. El primer ministro dijo que el atentado demuestra «la maldad que los terroristas representan para la gente inocente».
«Una vez más -añadió-, debemos afirmar que, ante este tipo de terrorismo, hemos de mantenernos firmes, sin dudas ni componendas, para afrontar esta amenaza, atacando cuando quiera y donde quiera que podamos para acabar derrotándolo». El presidente dijo, por su parte, que «la naturaleza de los terroristas evidencia, una vez más, su profundo desprecio por la vida inocente. Odian la libertad. Odian a los países libres».