Si lo que pretendía Osama bin Laden en su última «aparición» grabada era aterrorizar a los estadounidenses, lo ha conseguido. Desde que las cadenas de televisión retransmitieron el martes el «ruego» de Bin Laden de que se lleven a cabo ataques suicidas contra EE UU para «liberar al mundo de la esclavitud estadounidense», este país han empezado a equiparse para hacer frente a la amenaza.
Las grandes cadenas de productos de bricolaje han creado una sección en la que, bajo el cartel de «Suministros para las habitaciones seguras», concentran los elementos básicos que permiten, al menos durante unas horas, sellar una estancia y protegerla de un ataque químico, radiactivo o bacteriológico. En ellas, además de pilas, linternas e infiernillos, se pueden encontrar rollos de cinta aislante y láminas de plástico de más de 4 milímetros de espesor (las de menos no valen) con las que sellar una habitación de la casa en la que, mientras dure la emergencia, deberá de permanecer la familia reunida.
Las instrucciones para hacerlo se encontraban ayer en muchos diarios y en casi todas las radios del país, que detallan no sólo como protegerse sino también qué hacer exactamente en el caso de que se produzca una emergencia terrorista. En este ambiente, las primeras existencias se agotaron inmediatamente y, a medida que pasan las horas, se hace más difícil encontrar materiales de protección. Además, se aconseja acumular comida enlatada y agua embotellada.