Aproximadamente un centenar de los hombres que Estados Unidos mantiene detenidos en su base naval de Guantánamo se hallan en huelga de hambre pero, según dijo a un portavoz militar, «no los dejaremos morir». El portavoz del Comando Sur, Art Merkel, indicó que la protesta de los detenidos, capturados por EE UU en Afganistán, comenzó el miércoles cuando un guardia ordenó a uno de los cautivos que se quitara el tocado con que se cubría la cabeza.
«El uso de turbantes está prohibido en el campo», dijo Merkel. «Para eso se les ha dado a todos un gorro blanco, para que sustituyan el turbante, y ellos lo han estado usando en sus períodos de oraciones». Según el portavoz del Comando Sur, el miércoles uno de los detenidos «se hizo un turbante, y se le pidió varias veces que se lo quitara». «Finalmente uno de los guardias entró a la celda y le quitó el turbante, y otros detenidos apoyaron al hombre e iniciaron una huelga de hambre», agregó.
«Por supuesto que todo ciudadano tiene derecho a hacer una huelga, pero nosotros no los dejaremos morir», indicó Merkel, quien subrayó que, «cuando uno empiece a mostrar síntomas de debilidad, será trasladado a la clínica y recibirá alimentación por vía intravenosa». El portavoz de la Infantería de Marina, Stephen Cox, dijo que un tercio de los 300 detenidos rechazó el desayuno.