El Gobierno de Estados Unidos rechazó la posibilidad de negociar con los secuestradores del periodista norteamericano capturado en Pakistán. Las condiciones que han puesto los secuestradores «no pueden negociarse», afirmó ayer el secretario de Estado, Colin Powell, un día antes de que se cumpla el ultimátum dado por el llamado Movimiento Nacional para la Restauración de la Soberanía Paquistaní.
El periodista Daniel Pearl, responsable de la delegación del sur de Asia del diario financiero «The Wall Street Journal», fue secuestrado el 23 de enero, aparentemente en Karachi (Pakistán), y se han difundido unas fotografías en las que aparece esposado y con una pistola dirigida a su cabeza. Los secuestradores habían amenazado con matarlo ayer si no se aceptaban sus reclamaciones sobre los detenidos musulmanes en EE UU, una vez se cumpliese un plazo de 24 horas que comunicaron el día anterior por medio de un correo electrónico.
Pero, en un mensaje electrónico similar enviado ayer se señala que «os damos un día más (hasta hoy)». «Si Estados Unidos no cumple nuestras demandas, mataremos a Daniel. Entonces continuará el ciclo y ningún periodista estadounidense podrá entrar en Pakistán ... Los estadounidenses tendrán lo que se merecen», apunta el mensaje. Con la población de este país y los medios de comunicación expectantes ante el desenlace del secuestro, el jefe de la diplomacia estadounidense calificó ayer como innegociables las demandas de los captores. El Movimiento Nacional para la Restauración de la Soberanía Paquistaní reclama la mejora de las condiciones de los prisioneros capturados en la guerra de Afganistán que el Pentágono ha confinado en la base naval de Guantánamo (Cuba), así como la repatriación de los detenidos paquistaníes en este país.
Los Gobiernos de Pakistán e India se enfrascaron ayer en una nueva disputa con motivo del secuestro del periodista, que Islamabad consideró que podría estar relacionado con Nueva Delhi, algo negado categóricamente por el Ejecutivo indio. En un editorial publicado ayer bajo el título «Dejad id a Daniel», el periódico «Wall Street Journal» advierte a los secuestradores que, si matan al periodista, no lograrán sus metas, «sólo dejando en libertad a Daniel conseguirán que el mundo les escuche». Junto a su esposa Marianne, embarazada de siete meses, varias celebridades de este país han intercedido a favor del reportero. El ex boxeador Mohamed Alí, con una gran influencia entre las comunidades musulmanas, pidió que Daniel «no sea una víctima más de este conflicto» y reclamó a sus secuestradores que lo traten «como querrían que se tratase a todos los musulmanes».