Estados Unidos divulgó ayer fragmentos de un vídeo de Al Qaeda para pedir al público ayuda en la localización de cinco sospechosos que pueden estar preparando atentados terroristas suicidas. Las autoridades estadounidenses afirman que en la cinta, encontrada en Afganistán entre los escombros de la casa de un destacado miembro de Al Qaeda, se lanzan mensajes sobre su futuro martirio. «Las declaraciones en el vídeo apuntan a atentados en el futuro, en concreto atentados terroristas», dijo el fiscal general de EE UU, John Ashcroft, quien aventuró que los cinco hombres «pueden estar en cualquier lugar del mundo».
Hasta ahora, los investigadores estadounidenses han identificado a cuatro de los cinco hombres, de los que se divulgaron fotografías y se ofrecieron los extractos del vídeo. Uno de ellos aparece leyendo y otro se dirige a la cámara, mientras que otros meditan. Sin embargo, no se emitió el sonido de la cinta, siguiendo la política de Estados Unidos de no divulgar posibles mensajes de los terroristas. Los cuatro sospechosos identificados son Mohamed Said Ali Hasan, Abd Al-Rahim, Jalid Ibn Mohamed Al-Juhani y Ramzi Binalshibh.
La cinta es una de las que las tropas de EE UU encontraron en los escombros de la casa de Mohamed Atef, jefe de operaciones de Al Qaeda y uno de los principales lugartenientes de Osama bin Laden. Ashcroft reconoció que alguno pudo haber muerto durante los bombardeos estadounidenses o los combates con las fuerzas antitalibán. «Buscamos la ayuda de la gente» para localizarlos, dijo el secretario de Justicia de EE UU, quien indicó que la cinta está siendo analizada para tratar de determinar cuándo fue grabada. El director del FBI, Robert Mueller, explicó que «no hay evidencias» de que cualquiera de ellos haya entrado en Estados Unidos.
De otra parte, una delegación del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) llega hoy a la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba, para inspeccionar las condiciones en las que están detenidos unos 80 prisioneros afganos, informó el Pentágono tras dar la autorización. La visita tendrá lugar en momentos en que aumentan las preocupaciones internacionales sobre el estatuto legal y el tratamiento de los detenidos, talibanes o miembros de la red Al Qaeda, en el puesto militar estadounidense.
El equipo, entre ellos un médico y traductores, se espera que permanezca por lo menos por un día, indicó el Pentágono. No obstante un portavoz del CICR en Ginebra dijo que el grupo prevé quedarse una semana y reunirse con los detenidos individualmente. La situación de los detenidos generó preocupación desde que el secretario de Defensa estadounidense, Donald Rumsfled, aseveró que no son prisioneros de guerra sino «combatientes ilegales» sin derechos bajo la Convención de Ginebra.