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Los Países Amigos y Naciones Unidas salvan el proceso de paz colombiano

Las FARC aceptan las garantías de Pastrana para el diálogo

MÓNICA URBINA (BOGOTÀ)
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) aceptaron a última hora de ayer las garantías para el diálogo y negociación en la Zona de Distensión, según comunicaron a los Países Amigos, que declararon que están dadas las condiciones para reiniciar el proceso de Paz. Así lo comunicó el portavoz del grupo, el embajador francés Daniel Parfait. El comunicado fue ratificado por el portavoz de las FARC, Raúl Reyes; el delegado de Naciones Unidas James Lemoyne y el mediador monseñor Alberto Giraldo.

El documento, según anunció Parfait, había sido aprobado por el mandatario colombiano, Andrés Pastrana, y el jefe guerrillero, Manuel Marulanda. Parfait comunicó que la guerrilla aceptaba las garantías dadas por el Ejecutivo colombiano en la Zona de Despeje, y se comprometía a «poner en práctica de forma inmediata el acuerdo de San Francisco de las Sombras (por el cual se empezará a discutir el alto el fuego) y llegar a acuerdos concretos».

Estos son los dos puntos que exigió aclarar el presidente Andrés Pastrana cuando rechazó un primer documento presentado el sábado por la guerrilla. Con la lectura ayer del comunicado a las 17:10, hora local, (23:10 hora española), se ponía fin a la peor crisis que ha vivido el proceso de paz, cuatro horas y media antes de que expirase el plazo para que las FARC abandonaran la Zona de Distensión.

El Gobierno colombiano y las FARC comenzaron ayer la cuenta atrás para que la zona neutral sea desalojada por esa guerrilla tras la ruptura del proceso de paz, a menos que la ONU y los «países amigos» logren un acuerdo de última hora que salve el proceso. Diplomáticos de los diez «países amigos» se sumaron ayer al delegado del secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), James Lemoyne, para intentar revivir el proceso iniciado en 1999 por el Ejecutivo y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).

Lemoyne se encuentra desde el viernes en la zona de distensión, un área de más de 42.000 kilómetros situada unos 350 kilómetros al suroeste de Bogotá y conformada por cinco municipios, que a las 21.30 horas (02.30 en España) debe ser desalojada por los guerrilleros. El pasado sábado empezó a contar el plazo acordado por la guerrilla de las FARC y el presidente de Colombia, Andrés Pastrana, para que los rebeldes evacúen el área neutral en caso de suspenderse las negociaciones, como anunció el Ejecutivo la semana pasada ante las posiciones irreconciliables. La organización subversiva no aceptó un ultimátum lanzado por el gobernante el viernes y un día después hizo una propuesta de catorce puntos que la Administración de Pastrana rechazó por considerar que no aportaba «avances sustantivos».

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