La Declaración de Lima que ayer aprobaron los jefes de Estado y de Gobierno de los 21 países participantes en la XI Cumbre Iberoamericana pone el acento en la necesidad de combatir el terrorismo en todas sus formas y manifestaciones, promover un sistema económico internacional más equitativo y justo, y fortalecer las instituciones democráticas y el Estado de Derecho.
En el texto, los 21 países reafirman su compromiso de combatir los actos de terrorismo en todas sus formas y manifestaciones dondequiera que se produzcan y por quienquiera que los cometa, de no prestar ayuda ni refugio a los autores, promotores o participantes de actividades terroristas y de fortalecer las legislaciones nacionales para evitar la impunidad, orientándolas a erradicar este tipo de actos que atentan contra la paz y la democracia, asegurando el sometimiento a juicio o la extradición de éstos, de conformidad con la legislación de cada país y los acuerdos internacionales sobre la materia.
Asimismo, constatan el predominio de la democracia en Iberoamérica y, en este sentido, se comprometen a su fortalecimiento, el de sus instituciones, el respeto al Estado de Derecho, el pluralismo político, el respeto de todos los derechos humanos y libertades fundamentales, así como la subordinación de las fuerzas armadas al poder civil legítimamente constituido. El presidente del Gobierno español, José María Aznar, consideró necesario que los países iberoamericanos hagan un esfuerzo en sus procesos de integración para afrontar unidos la lucha común contra el terrorismo y superar la crisis económica internacional.