El ministro del Interior de la Alianza del Norte, Yunis Qanuni, encabezará la delegación que defenderá los intereses de esa facción en la conferencia interafgana de Bonn. El encargado de asuntos políticos de la «embajada» de Afganistán en Alemania, Abed Nadjib, declaró que con Qanuni viajarán a Alemania entre nueve y once delegados, entre ellos dos mujeres.
«La delegación está configurada, pero, por razones de seguridad, la revelaremos en el momento oportuno», agregó el diplomático. Nadjib rechazaba así que la Alianza del Norte, reconvertida ahora en Frente Unido para no ser tan identificada con los intereses de los afganos de origen uzbeco, tayiko y hazara, no tiene ultimada su delegación a causa de disputas internas por el poder.
Según informaciones procedentes de Afganistán, el Frente Unido está sumido en una lucha de intereses en los ámbitos político y militar: entre los fieles y no tan fieles del retornado presidente de origen tayiko, Burhanudín Rabani, entre la vieja cúpula militar y los nuevos «señores de la guerra». La nominación de Qanuni constituye, en sí misma, una victoria del ala crítica a Rabani y confirma el aislamiento creciente de éste no ya en el seno de la Alianza, sino entre los propios tayikos. En el bando de «ministros» y «hombres fuertes» del gobierno de Rabani, que cuestionan su legitimidad, los observadores sitúan, además de Qanuni, al titular de Defensa, general Mohamed Fahim Jan, y al hermano del comandante de la Alianza asesinado Ahmed Shad Massud, Ahmed Ziaa, entre otros.
La inclusión del ala militar en la delegación del Frente Unido ha sido asimismo objeto de enfrentamiento entre los «políticos» y los nuevos «señores de la guerra», especialmente los comandantes Rashid Dostum (líder en la ciudad septentrional de Mazar i Sharif), el gobernador de Herat, Ismael Khan, y el «libertador» de Kabul, Karim Khalili.