Fuerzas especiales de EE UU, dispuestas para el asalto en Afganistán, se encuentran a bordo del portaaviones USS Kitty Hawk en el mar de Arabia, después de que los bombardeos estadounidenses hayan desbaratado el poder de fuego de los talibán. Fuentes del Pentágono indicaron que las tropas, de las fuerzas especializadas en operaciones rápidas de infiltración, fueron llevadas con sus helicópteros al portaaviones, que abandonó su base en Yokosuka (Japón) a principios de octubre para unirse al USS Carl Vinson, USS Enterprise y USS Theodore Roosevelt y sus respectivos grupos de combate, pero llevaba menos aviones de los habituales para dejar espacio a los helicópteros de transporte de las fuerzas de tierra en caso de ser necesarias.
Esas unidades de las fuerzas especiales están preparadas desde el pasado fin de semana y dispuestas para sumarse a las operaciones contra Afganistán, que ayer fue bombardeado por undécimo día con aviones bombarderos y misiles dirigidos sobre diferentes puntos estratégicos.
Desde el pasado lunes el Pentágono utiliza aviones AC-130 Spectre, que están dotados de un cañón y ametralladoras pesadas, y habitualmente dan cobertura a los avances de infantería.
El general Gregory Newbold dijo el martes que la intensidad de los ataques estadounidenses habían acabado con la capacidad de la milicia de los talibán para responder con baterías antiaéreas, y que eso permitía el uso de los AC-130. Newbold agregó que las operaciones realizadas el lunes con esos aviones, que vuelan muy bajo y muy lento sobre un objetivo, habían sido positivas.