El terrorismo trajo ayer de nuevo el luto a Jerusalén con un atentado de la Yihad Islámica que sacudió el corazón de la ciudad y en el que murieron al menos 18 personas, según cálculos procedentes de diferentes fuentes. El primer ministro israelí, Ariel Sharon, anunció ayer que habrá una respuesta militar rápida y contundente al atentado. El nuevo episodio sangriento, que ha sesgado la vida de cinco niños y un bebé, provocó heridas a otras noventa personas. «Fue terrible; una ciudad llena de gente y de vida haciendo compras y preparándose para el fin de semana (que comienza mañana) y de repente todo voló por los aires», dijo la dependienta de una tienda frente al lugar donde se produjo la explosión.
Jerusalén quedó ayer conmocionada por el atentado que rompió por unos momentos el estado de psicosis que vive la ciudad desde hace más de un mes y confirmaba las amenazantes previsiones de los organismos de seguridad que alertaron a la población de posibles ataques palestinos. El potente artefacto explotó minutos antes de las 14.00 hora local (11.00 GMT) en el interior de un restaurante de comida rápida en uno de las calles más concurridas de la ciudad, que esta tarde quedaba desierta por temor a un recrudecimiento de la violencia.
Israel ha prometido que responderá en proporción a las dimensiones de este atentado, el segundo más grave de esta ola de violencia que sacude la región desde septiembre pasado, después de la tragedia en mayo pasado en Tel Aviv donde murieron 24 jóvenes. Según fuentes policiales la cifra de muertos en el atentado asciende a 18, ya que en un principio el número era quince, al que se sumaron tres que permanecían en estado crítico.
El integrista, que según testigos presenciales llegó al lugar del siniestro en una motocicleta conducida por otra persona, que se dio a la fuga, pertenece a la Yihad Islámica, de acuerdo con un comunicado que esa organización difundió en Amán y en el que asumió la autoría del atentado. Sin embargo, Hamás también reclamó ayer la autoría del atentado. La respuesta israelí al atentado no se hizo esperar y ayer un miniganibete de seguridad israelí encabezado por el primer ministro israelí, Ariel Sharon, dio luz verde a una respuesta armada.