Los portavoces de ambos gobiernos anunciaron ayer tarde que las conversaciones no acabarán «en fracaso», a pesar de que el líder protestante David Trimble abandonó la mesa de negociaciones, excluyendo la posibilidad de llegar a un acuerdo en las negociaciones de ayer. Trimble dimitió el pasado 1 de julio, abandonando su cargo de primer ministro de Irlanda del Norte, en señal protesta por la falta de avances en las negociaciones para el desarme del Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Los tres actores clave del proceso de paz, los Unionistas del Ulster (UUP, protestantes), el Sinn Fein, brazo política del IRA, y los católicos moderados del SDLP, «no se irán con las manos vacías», según afirmó un negociador irlandés. Las partes, que siguen «decididas a llegar a un compromiso», según Dublín, deben meditar sobre un proyecto de acuerdo respaldado por Londres y Dublín y dar a conocer su decisión en las próximas semanas.
Sin embargo, David Trimble no se mostró tan optimista cuando abandonó hoy la mesa de negociaciones, asegurando que «los dos Gobiernos tienen que evaluar si el desarme del IRA entra dentro de lo posible». «En este momento, no es posible decir si los esfuerzos realizados desembocarán en un acuerdo. El tiempo para sacar adelante el proceso de paz no es ilimitado», advirtió el líder protestante. Formalmente, los partidos norirlandeses tienen hasta el próximo 12 de agosto para llegar a un acuerdo que permita a David Trimble volver a su puesto.