Los Quince decidieron ayer reforzar su cooperación policial para impedir la violencia durante las protestas antiglobalización en las cumbres europeas y aplicar medidas operativas contra los alborotadores, que estarán siempre supeditadas a las legislaciones de los países miembros.
Pero, las diferencias entre las legislaciones nacionales de los países miembros, impidieron que los ministros de Interior y de Justicia de la UE adoptaran ayer medidas operativas más resueltas para combatir y prevenir los disturbios que acompañan a los militantes antiglobalización en las cumbres europeas.
Por ello, en esta reunión extraordinaria convocada para articular una respuesta a los graves altercados del Consejo Europeo de Gotemburgo, en junio pasado, los ministros no lograron acordar la creación de una nueva base de datos europea, una especie de «lista negra» de alborotadores, tal y como exigía Alemania.
Dadas las reticencias de países como Finlandia, Dinamarca, Holanda y Portugal a la creación de ese fichero por problemas con sus legislaciones nacionales, los Quince decidieron utilizar «todas las posibilidades legales y técnicas para reforzar y promover un intercambio rápido y más estructurado de datos sobre autores de disturbios violentos sobre la base archivos nacionales», según informaron fuentes europeas.