El presidente yugoslavo, Vojislav Kostunica, descartó ayer que la extradición de su antecesor, Slobodan Milosevic, se produzca para el próximo viernes, cuando se celebrará en Bruselas una conferencia de donantes que reunirá ayuda vital para Yugoslavia. El Gobierno serbio entregó ayer al Tribunal de Belgrado la demanda de extradición de Milosevic al Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), y ayer uno de su abogados, Veselin Cerovic, dijo que el ex presidente podría ser entregado el viernes. Pero Kostunica, destacó que el decreto del Gobierno que abrió las puertas a su extradición «no se puede aplicar en 48 horas». «Eso supondría la eliminación de los derechos legales de los inculpados y sería una violación directa» del decreto.
El juez de instrucción belgradense Goran Cavlin pidió ayer a Milosevic que designe un abogado para la causa en La Haya. El ex presidente está en prisión preventiva desde el pasado 1 de abril, investigado por abuso de poder y malversación de fondos estatales. El TPIY lo acusó en 1999, durante los bombardeos de la OTAN, de crímenes de guerra en Kosovo y lo investiga por su responsabilidad en los cometidos en las contiendas anteriores de Bosnia y Croacia. Si el Tribunal de Belgrado decide conceder la extradición, el ex presidente podrá apelar ante el Tribunal Supremo.
El viceprimer ministro serbio Nebojsa Covic consideró ayer que el procedimiento podría durar entre diez y 23 días, pero el abogado Cerovic dijo hoy temer que se apliquen trámites de urgencia para zanjar el asunto este viernes. Kostunica, en su rueda de prensa, volvió a criticar al TPIY como una instancia «politizada» y «dirigida por el principio de justicia selectiva (antiserbia)». No obstante, dijo que Yugoslavia necesita cooperar con ella, para poder continuar su camino de reintegración en la comunidad internacional.
Por otra parte cerca de 10.000 simpatizantes de Milosevic y de su Partido Socialista (SPS, oposición) se manifestaron ayer en el centro de Belgrado contra la posible extradición del ex presidente yugoslavo al Tribunal Penal Internacional (TPI) de La Haya, según fuentes presenciales del acto.