La Comisión de Desfiles norirlandesa prohibió ayer el paso de una marcha de la Orden de Orange por el barrio de Whiterock, en Belfast oeste, y que tenía pasar por una avenida vecina a un área nacionalista. La orden, una asociación político-religiosa, ha provocado enfrentamientos en ese lugar entre católicos y protestantes y el año pasado se unió a él un grupo con enseñas paramilitares.
La comisión decidió también cerrar el paso a dos marchas secundarias, que tenían previsto unirse al desfile de Whiterock, y que deberán detenerse al comienzo de la calle de Ardoyne, en el norte de Belfast y donde en la última semana han tenido lugar graves enfrentamientos.
Un portavoz orangista, Dawson Bailie, condenó ayer la decisión de la comisión de desfiles y afirmó que la orden no se conformará. «El que la Comisión haya prohibido el paso de una marcha orangista por la avenida Ainsworth, una calle ciento por ciento protestante, es completamente ridículo», afirmó Bailie.