En su informe semestral de Perspectivas Económicas divulgado ayer, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) corrigió a la baja sus previsiones de noviembre pasado, cuando preveía un 3'2 por ciento de incremento medio del Producto Interior Bruto (PIB) en sus 30 países miembros.
La revisión a la baja para 2001 y 2002 afectó a todas las grandes regiones. Así para la zona euro y para el conjunto de la Unión europea quedó en el 2'6 y el 2'7 por ciento, respectivamente (frente al 3'1 y 2'8 por ciento del informe de noviembre pasado).
La corrección fue más importante para Estados Unidos, con un crecimiento del 1'7 por ciento este año y del 3'1 por ciento el siguiente, frente al 3'5 y 3'3 por ciento esperado hace seis meses. En el caso de Japón, la progresión del Producto Interior Bruto se proyecta en un 1 por ciento en 2001 y un 1'1 por ciento en 2002. A pesar de la magnitud de la revisión a la baja del crecimiento, la OCDE consideró «optimistas» sus proyecciones para este año y el siguiente por los diversos riesgos que acechan y podrían obligar a una nueva corrección en la misma línea.
El jefe del departamento económico de la organización, Ignacio Visco, dijo en rueda de prensa de se trata de riesgos «asimétricos», porque es mayor la probabilidad de que el crecimiento económico sea menor del ahora presentado, que de que sea mayor.
Las amenazas son una continuación de la caída de las bolsas, que hasta ahora ha afectado en particular a los valores tecnológicos y, como consecuencia de lo anterior, una mayor ralentización en Estados Unidos que se contagiara al resto de las regiones.