La manifestación convocada ayer en Argel por el Frente de las Fuerzas Socialistas (FFS) para denunciar «la represión en la Cabilia» concluyó sin incidentes y los participantes se dispersaron en calma.
La marcha, que no había sido autorizada oficialmente pero que, finalmente, fue «tolerada» por las autoridades, fue organizada tras los sangrientos sucesos que han sacudido la Cabilia en los últimas dos semanas.
Según el Ministerio del Interior, 42 personas han muerto y unas 600 han resultado heridas en los últimos trece días durante la revuelta protagonizada por centenares de miles de jóvenes bereberes, aunque la prensa local elevó la cifra de víctimas mortales a 80.
La revuelta fue causada por la muerte en una comisaría de la localidad de Beni Duala de un joven estudiante de 18 años que había sido arrestado por su presunta participación en un delito de hurto.
La manifestación, que había generado temores entre los habitantes de la capital argelina ante los disturbios de la Cabilia, se desarrolló con tranquilidad.
Unas 30.000 personas, según los organizadores, -7.000 según las Policía local- se concentraron en la Plaza del Primero de mayo, punto de partida de la marcha.
Numerosos manifestantes, principalmente jóvenes, llegaron en autobús o tren desde las principales ciudades de la Cabilia y algunos de ellos estaban vendados y escayolados.