En la mayor crisis de política exterior desde que es presidente de Estados Unidos, George W. Bush avisó ayer que las relaciones entre su país y China pueden sufrir un deterioro si Pekín no libera rápidamente a los 24 tripulantes del avión espía accidentado el pasado sábado. El incidente del avión espía EP-3, que realizó un aterrizaje de emergencia en la isla china de Hainan tras colisionar en pleno vuelo con un caza chino, amenaza con empeorar aún más la situación entre Washington y Pekín, muy enrarecida en las últimas semanas.
Aun así, Bush trató de mantener ayer un tono firme, pero amistoso, y evitó hacer declaraciones que puedan ser consideradas demasiado provocadoras en Pekín. El presidente estadounidense exigió ayer a China que permita a los diplomáticos de Washington el «acceso inmediato» a los 24 tripulantes del avión espía, que permanecen retenidos por las autoridades chinas.
El gobierno estadounidense no quiso confirmar noticias procedentes de China de que cada uno de los 24 tripulantes ha sido aislado, y de que militares chinos abordaron el avión espía nada más aterrizar en Hainan. «Estoy preocupado por la falta de una rápida respuesta china a nuestra petición para ese acceso», recalcó Bush durante una declaración oficial que leyó en la Casa Blanca. Bush evitó cuidadosamente calificar a los tripulantes como rehenes, igual que no quiso entrar en si la actitud de las autoridades de Pekín podía considerarse una provocación.
En cambio sí avisó que, si China no permite un «acceso rápido» de los diplomáticos de EE UU a los tripulantes y al avión, «sería incoherente con los usos diplomáticos habituales y perjudicaría el deseo de ambos países de tener mejores relaciones». «El mensaje es muy claro y espero que lo atiendan», precisó después, en unas declaraciones en compañía del presidente egipcio, Hosni Mubarak. Washington insiste en que el aparato, que aterrizó sin permiso en la isla china de Hainan tras colisionar en vuelo con un avión de combate chino, es territorio soberano estadounidense y que las autoridades chinas no deben entrar en él. EE UU teme que China pueda acceder a la gran cantidad de aparatos electrónicos secretos que hay a bordo del EP-3 para espiar las comunicaciones militares estadounidenses.