La OTAN dio ayer el primer paso para devolver el control de la frontera de Kosovo a las tropas serbias, pero limitó su regreso a la zona próxima a Macedonia y condicionó su retorno al resto de la franja de seguridad a que haya un alto el fuego y negociación con la guerrilla albanesa.
El Consejo del Atlántico Norte autorizó ayer el «regreso controlado» de las tropas yugoslavas a la zona terrestre de seguridad entre Kosovo y el sudeste de Serbia, pero lo limitó a un tramo situado junto a la frontera con la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM).
La Alianza Atlántica quiere, antes de autorizar la vuelta de las fuerzas yugoslavas a toda la zona desmilitarizada, que las autoridades de Belgrado faciliten un «alto el fuego» con la guerrilla albanesa presente en el valle de Presevo y que se produzca un compromiso de diálogo.