El ex presidente George Bush, el ex secretario de Estado James Baker y otros influyentes republicanos forman parte de la cúpula de una empresa financiera, el Grupo Carlyle, que tiene grandes negocios dentro y fuera de Estados Unidos. El diario The New York Times publicó ayer un reportaje sobre el conglomerado de poder financiero y prestigio de ex funcionarios de anteriores Gobiernos republicanos que han apoyado, en concreto, a la familia Bush.
El presidente de la actual dirección de Carlyle es Frank Carlucci, que fue secretario de Defensa en el Gobierno del presidente Ronald Reagan y subdirector de la CIA. Como «director gerente y asesor principal» de Carlyle figura Baker, que fue secretario de Estado y del Tesoro en los Gobiernos de Reagan y de Bush padre, y entre los directores se encuentran Jerome Powell, ex subsecretario para finanzas en el Departamento del Tesoro, y Robert Grady, ex subdirector de la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca.
La dirección también incluye a Richard Darman, ex director de la Oficina de Presupuesto, y a William Long, ex subsecretario de Defensa; mientras que en la dirección de compañías propiedad de Carlyle figura el general retirado John Shalikasvili, ex jefe del estado mayor de las Fuerzas Armadas. La «astucia financiera» en Carlyle no se limita a los «ex» de la Casa Blanca, ya que entre los asesores más destacados está el ex 'premier' británico John Major.