El presidente de la Autoridad Palestina, Yaser Arafat, afirmó ayer por la mañana que los palestinos seguirán luchando hasta conseguir que su bandera ondee sobre las murallas de Jerusalén, las mezquitas y las iglesias. Estas declaraciones se producen un día después del atentado-suicida que el domingo costó la vida a cuatro personas y heridas a otras 80 en la localidad de Netanya (al norte de Tel Aviv), y mientras el primer ministro israelí electo, Ariel Sharon, se prepara para tomar posesión de su cargo esta semana.
«A pesar del cierre (impuesto a los territorios palestinos), de esta peligrosa escalada militar, de la persecución y el hambre, el pueblo palestino continuará su camino hasta que icemos la bandera palestina sobre las murallas de Jerusalén, los minaretes de Jerusalén y las iglesias», declaró el líder palestino Yaser Arafat en Gaza tras la oración por la festividad musulmana de Eid al Adha. La actual Intifada, que comenzó el pasado 28 de septiembre, ha causado hasta el momento más de 400 muertos, en su mayoría palestinos.
Las conversaciones de paz permanecen congeladas desde el pasado mes de enero a la espera de la formación del nuevo Gobierno en Israel. Sin embargo, Sharon ya ha expresado su intención de no ceder ni un ápice en lo que a Jerusalén se refiere, mientras los palestinos exigen la entrega de la Ciudad Santa, a la que quieren convertir en la capital del futuro Estado palestino.