La economía de la eurozona reducirá o, como mucho, mantendrá su ritmo de crecimiento en 2001, mientras que la inflación podría aumentar y alcanzar, incluso, el 2'8%, según las proyecciones económicas del Banco Central Europeo (BCE) publicadas ayer por primera vez.
En concreto, la entidad europea estima que el PIB real de la eurozona aumentará entre un 2'6 y un 3'6% en 2001, frente al crecimiento de entre un 3'2 y un 3'6% previsto para este año. En 2002, la economía crecerá más lentamente y el PIB subirá sólo entre un 2'5 y el 3'5%, añade el banco.
El crecimiento se basará en el dinamismo de la demanda interna, sostenido por las favorables condiciones de financiación de la zona y por las significativas reducciones de impuestos previstas para 2001, según la entidad financiera europea.
En cuanto a los precios, el aumento del Indice Armonizado de Precios al Consumo (IAPC) se situará alrededor del 2'5% a finales de 2000, entre el 1'8 y el 2'8% en 2001 y entre el 1'3 y el 2'5% al año siguiente. El informe del BCE señala que el comportamiento de la inflación medida por el IAPC estará influido, sobre todo, por la trayectoria de los precios energéticos.