La oposición serbia responsabilizó ayer al régimen de Belgrado del atentado contra el principal líder opositor, Vuk Draskovic, que «recrudece dramáticamente la crisis política» en el país. Draskovic, jefe del Movimiento de Renovación Serbio (SPO), resultó levemente herido en la noche del jueves en una oreja cuando unos desconocidos le dispararon en su residencia en la localidad montenegrina de Budva, en la costa adriática.
«No hay duda de que detrás de este atentado están las fuerzas que desean aniquilar a Draskovic, líder del mayor partido de la oposición parlamentaria, que es el único que puede introducir cambios democráticos en el país», afirmó en rueda de prensa el portavoz del SPO, Ivan Kovacevic. La esposa de Drascovic, Danica, fue más explícita al identificar a los presuntos responsables: El presidente yugoslavo «Slobodan Milosevic y Mira Markovic (su esposa), ¿quiénes otros iban a ser?», dijo a los periodistas. El SPO, con 45 de los 250 diputados del Parlamento serbio, dominado por la coalición socialista-nacionalista en el poder, abandonó la Cámara en noviembre pasado.
El también opositor partido Alternativa Democrática (DA), del disidente socialista Nebojsa Covic, acusó a las autoridades de haber «establecido un entorno de inseguridad en el país en el que peligran las vidas de todos los que ofrecen resistencia». Recordó cuántas personalidades públicas han sido víctimas en los últimos años de asesinatos todavía no esclarecidos y exigió a las autoridades que reconozcan «su impotencia o su implicación en esas aniquilaciones». Este año, han muerto por disparos de desconocidos en Belgrado el líder paramilitar serbio Zeljko Raznatovic «Arkan» y el ministro de Defensa yugoslavo Pavle Bulatovic, entre otros. En la capital montenegrina, Podgorica, fue asesinado Goran Zugic, asesor de seguridad del presidente Milo Djukanovic, rival de Milosevic.