El comunicado del indulto lo divulgó el Ministerio italiano de Justicia, tras el manifiesto público del Santo Pontífice, en el que perdonaba al hombre que intento acabar su vida hace casi veinte años. La Santa Sede había aprobado en los últimos días la propuesta para cumplir una condena de diez años en su país de origen.
Agca ha pasado casi dos décadas en la cárcel italiana de Ancona (en el centro del país), a pesar de haber recibido el perdón del Pontífice, que visitó al potencial asesino en su celda dos años más tarde del magnicidio. Pocos años después del atentado, la historia de Agca fue relacionada con la desaparición de Manuela Orlandi, hija de un empleado del Vaticano. Agca fue extraditado anoche a Turquía, donde fue condenado a muerte en 1980 por el asesinato de un periodista. Esta condena le fue conmutada por una pena de diez años de cárcel, en virtud de la ley antiterrorista de 1991.
Por su parte, el Vaticano, a través de Joaquín Navarro-Valls, se mostró satisfecho por la decisión de Ciampi, recordando que el Papa ya había perdonado a Ali Agca. Según este portavoz, el indulto, «decidido durante el Jubileo, hace aún más intensa la satisfacción del Santo Padre».