Las tropas rusas iniciaron ayer los preparativos para la toma de la sitiada capital de Chechenia, Grozni, con intensos bombardeos sobre las posiciones de unos 5.000 guerrilleros atrincherados en la ciudad. Tras completar el sábado el bloqueo de Grozni, el Ejército ruso arremetió ayer contra la ciudad sitiada con todo el peso de su artillería y aviación, sin pasar inmediatamente al asalto pero dando por descontada la pronta «liberación» de la ciudad.
El mando federal informó de que en las últimas 24 horas sus aviones de guerra y helicópteros de combate efectuaron más de setenta misiones de bombardeo contra las posiciones de los rebeldes en Grozni y otros baluartes separatistas. De acuerdo con su táctica de minimizar las bajas, el Ejército allana el camino a las tropas de tierra con masivos ataques de artillería, que machaca las fortificaciones, centros de mando y arsenales de las guerrillas de la capital chechén.
Moscú tiene prisa por tomar Grozni antes de los comicios parlamentarios del próximo día 19 y la visita a la zona del conflicto de una misión de la OSCE, anunciada para mediados de mes. El jefe de la diplomacia rusa, Igor Ivanov, confirmó una invitación al presidente en ejercicio de la OSCE, Knut Vollebaek, para visitar Chechenia los próximos días 14 y 15.