El Comité Científico Director de la UE concluyó ayer, viernes, unánimemente, que no comparte la preocupación expresada por Francia sobre la seguridad de los productos cárnicos británicos, informó la Comisión Europea.
El Comité, un órgano consultivo formado por expertos independientes, examinó en los dos ultimos días con detalle todos los datos aportados por la Agencia Francesa de Seguridad Sanitaria de los Alimentos (AFSSA), que están en el origen de la actual disputa franco-británica. Los nuevos elementos, según el Comité de expertos, «indican claramente que no hay por qué revisar las opiniones científicas en la que se basó la decisión del Consejo de la UE», por la que decidió, el primero de agosto pasado, autorizar en toda la UE la venta de la carne británica, tras más de tres años de embargo total por la propagación del mal de las vacas locas.
El comité concluyó que, siempre que se cumplan las medidas de control impuestas en 1998 a las exportaciones británicas, «la seguridad de la carne y de los productos cárnicos del Reino Unido es comparable a la de los alimentos procedentes del resto de la UE». Los expertos rebatieron los diferentes argumentos esgrimidos por las autoridades francesas para cuestionar la seguridad del esquema de control impuesto sobre las exportaciones británicas. Según un comunicado emitido al término de la reunión del Comité científico, «está claro que, si se utilizan datos recientes y comparables, el declive de la epidemia de encefalopatía espongiforme bovina (EEB) continúa en el Reino Unido, de acuerdo con las expectativas científicas». Por ello, «no hay razón para suponer que existe una nueva y desconocida vía de infección» del mal de las vacas locas, afirmaron los científicos.