Estados Unidos intentó ayer acelerar con Rusia y la ONU la búsqueda de una solución al conflicto de Kosovo, sobre todo la definición de los detalles de una fuerza de seguridad con participación de la OTAN para garantizar un acuerdo de paz. Washington pretende avanzar con la ONU y Rusia los detalles sobre la composición, estructura de mando, misiones y reglas de enfrentamiento de la fuerza, y también definir el tipo de mandato y otros aspectos para -en caso de que se logre un acuerdo con Belgrado- tener una decisión rápida en el Consejo de Seguridad.
«Estamos intentando avanzar», señaló el presidente estadounidense, Bill Clinton, quien añadió: «creo que funcionará mejor si tenemos un sistema como el de Bosnia, donde hubo una aprobación de la ONU, la OTAN era el núcleo de la fuerza y había participación de Rusia y Ucrania». Recordó que en la fuerza de paz de la Alianza Atlántica para Bosnia hubo acuerdos de mando específicos para poder integrar a las tropas rusas, que realizaron misiones junto con las fuerzas estadounidenses. Clinton insistió en que el objetivo sigue siendo desplegar en Kosovo «una fuerza internacional de seguridad con la OTAN en su núcleo».
Esas condiciones son: retirada de las fuerzas serbias de Kosovo, retorno seguro de los refugiados albano-kosovares, devolución de la autonomía a esa provincia y creación de una fuerza internacional que garantice la seguridad.
Por su parte, el secretario general de la OTAN, Javier Solana, calificó de «buen principio» el acuerdo alcanzado por el G-8. En cuanto a la aceptación de la fuerza internacional a desplegar en Kosovo, Solana dijo en declaraciones a Catalunya Radio, que ésta «deberá invertir la limpieza étnica, y que los refugiados expulsados brutalmente de sus casas, de su país, tienen que volver a Kosovo y para ello necesitan una fuerza que les garantice su seguridad».
En cuanto a la composición de la fuerza internacional, Solana manifestó que «debería ser parecida a la que en estos momentos existe en Bosnia, que fue capaz de parar la guerra en diciembre del 95. Una coalición de países con algunos que son miembros de la Alianza y otros como Rusia o Ucrania que no lo son: una coalición compleja pero que ha resultado eficaz».