La destrucción por la aviación de la OTAN de una estación de transformación de corriente eléctrica en la madrugada de ayer privó a Belgrado de los programas de radiotelevisión de Estado RTS, uno de los instrumentos propagandísticos del presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic.
A las 02:50 horas locales (la misma hora en España) de ayer, desapareció de las pantallas la señal de televisión de los tres canales de la RTS, pero poco después la radio comenzó a emitir por otra frecuencia. La televisión pudo volver a emitir, después de quince horas.
La emisora informó del hallazgo de seis nuevos cadáveres en las instalaciones destruidas de la RTS en el centro de Belgrado, pero no dio un número total de víctimas mortales por el ataque, efectuado en la madrugada del jueves al viernes.
El ministro sin cartera Goran Matic, encargado antes del área de Información, informó a la mañana siguiente del bombardeo de la RTS de que había una decena de muertos y 17 heridos y que se temía encontrar más víctimas entre los escombros.
Según la radio estatal, cuatro de los 17 heridos siguen hospitalizados y los equipos de rescate prosiguen con sus labores de búsqueda. Miles de belgradenses recorrieron ayer el centro de la capital desde la Plaza de la República, donde habitualmente se congregan para un concierto-protesta, hasta la sede de la RTS para manifestar su dolor por los muertos en la central informativa.