Será «muy fácil» buscar una solución política en Kosovo, pero sólo después que la OTAN suspenda los bombardeos y las negociaciones se dejen a la gente de Kosovo, dijo ayer el presidente yugoslavo Slobodan Milosevic, a una cadena de televisión. Milosevic explicó que él carece de una política de expulsión de los kosovares de origen albanés de la provincia y culpó a los «malditos bombardeos» de la ola de refugiados.
«Creo que cuando termine la agresión, cuando terminen los bombardeos, será muy fácil continuar el proceso político», dijo Milosevic en inglés en una entrevista de Ron Hatchett, analista militar de la cadena KHOU de Houston, Texas. Sin embargo, añadió que las conversaciones anteriores en París y Rambouillet fracasaron porque no se permitió que los serbios y los kosovares albaneses hablaran directamente entre sí. «Tomando en cuenta (esa experiencia), está claro que las negociaciones tienen que ser directas entre los que residen en Kosovo, no entre el gobierno de Yugoslavia o de Serbia, y, digamos, representantes de la comunidad internacional», añadió. «En Rambouillet ... nosotros no conversamos con albaneses (de Kosovo), sino con estadounidenses que quieren tomar nuestro territorio para ellos o para la OTAN», dijo el líder yugoslavo.
Milosevic señaló que no aceptará un Kosovo independiente porque los albaneses «tienen ya su estado, que es Albania», pero permitiría una misión civil de las Naciones Unidas en Kosovo una vez que terminen los bombardeos. «Estamos dispuestos a aceptar una misión civil. No tenemos nada que ocultar», agregó.