La OTAN ha intensificado sus ataques contra las fuerzas militares, policiales y paramilitares serbias en Kosovo, responsables de la represión de civiles y de atrocidades como la ejecución de negociadores y personalidades albano-kosovares.
«Nuestros bombardeos de la noche del domingo al lunes se centraron en las instalaciones de apoyo de las fuerzas paramilitares, militares y policiales», dijo el portavoz del SHAPE (cuartel supremo aliado en Europa), David Wilby, en una rueda de prensa, en la que señaló, no obstante, que la Alianza Atlántica no ha dejado de atacar los sistemas de defensa antiaérea.
El militar rechazó responder a una pregunta acerca de si el jefe de las fuerzas aliadas para Europa, general Wesley Clark, había recibido una negativa cuando pidió permiso para bombardear el cuartel general del Ministerio del Interior en Belgrado, de donde procederían las órdenes de ejecuciones y limpieza étnica.
El portavoz militar indicó que continúa la represión en Kosovo contra los civiles albaneses y que los serbios «utilizan helicópteros contra la población civil y los paramilitares entran en los pueblos para aterrorizar a la población». El oficial consideró que el presidente yugoslavo, Slobodan Milosevic, «está utilizando lo que podría llamarse política de asedio. Piensa que puede arreglar sus problemas étnicos en una semana, y cree que la OTAN va a hundirse en el mismo plazo». Señaló que la Alianza está recibiendo aviones de «refuerzo» de tres países miembros de la organización, que se sumarán a los más de 400 aparatos que toman parte en la operación aérea.