El presidente de EE UU, Bill Clinton, aseguró ayer al pueblo israelí que el historial de violencia con los palestinos «no tiene por qué repetirse eternamente» y advirtió contra el desprecio a sus vecinos, a la par que insistió en que la parte palestina debe esforzarse más por la paz.
Clinton pronunció ayer un discurso dirigido a los israelíes en el que, en presencia del primer ministro, Benjamin Netanyahu, pidió que se tengan en cuentan «las expectativas legítimas de los palestinos» y advirtió que hay que «superar presiones internas en Israel».
Horas antes, Clinton intentó en Jerusalén impulsar el proceso de Paz entre israelíes y palestinos prometiendo a los primeros ayudas financieras que garanticen la seguridad tras el repliegue de Cisjordania.
Durante la jornada, en la que el mandatario volvió a tropezar con la intransigencia de su principal interlocutor, Benjamin Netanyahu, se produjeron varios incidentes en los que resultaron heridos al menos cinco palestinos y dos israelíes.