Antoni Solivellas (PP), alcalde de Escorca desde 2011, juró ayer su cargo a la alcaldía del municipio de Tramuntana en un acto sencillo como lo será para él dirigir de nuevo esta legislatura municipal, al frente de un equipo monocolor formado únicamente por concejales del Partido Popular y, por tanto, sin ningún tipo de oposición dentro del consistorio.
Solivellas agradeció el apoyo recibido por los votantes de Lluc, Tuent y Sa Calobra, que le permitirá, contando también con la coincidencia política supramunicipal, impulsar los proyectos del municipio con más protección medioambiental de la Isla.
El alcalde posando con la vara de mando después del pleno.