Las negociaciones serán la tónica dominante durante estas próximas semanas en buena parte de los municipios de la Part Forana. Si bien es cierto que en los comicios del domingo se han obtenido más mayorías absolutas que en las elecciones de 2019, en algunos pueblos y ciudades parece que habrá largas conservaciones entre los distintos grupos políticos para poder alcanzar acuerdos.
Así, si en 2019 hubo 17 ayuntamientos con mayoría absoluta, en esta ocasión la cifra asciende hasta los 22, de los cuales una parte son feudos tradicionales del PP como es el caso de Campos, Santanyí, Escorca, Selva o Estellencs, o de formaciones locales. Destaca también la mayoría que ha obtenido Estefanía Gonzalvo en Andratx, que ahora ya no precisará de pactos para gobernar la localidad (ha gobernado junto a PI y Cs).
Por la parte socialista, en solo dos municipios el PSIB obtiene una holgada mayoría (Puigpunyent y Santa Eugènia). Més mantiene también Esporles y el PI continuará en Petra, Banyalbufar, Ariany y Costitx, que además de gobernar con mayorías absolutas lo hará con mayorías aplastantes en contraposición a los resultados obtenidos en el resto de la Isla. Por su parte, partidos locales como el Grup Independent de Valldemossa, con Nadal Torres al frente, mantienen su liderazgo.
En la otra cara de la moneda encontramos los 30 municipios con necesidad de acuerdos o con la posibilidad de gobernar en minoría. Los pactos en los ayuntamientos son una tónica habitual por lo que no sorprende el rápido ‘entente' que han alcanzado PSOE y Més-Esquerra en Pollença para asegurar el giro del municipio hacia la izquierda o el más que posible pacto también con PSOE y Més en Inca, un acuerdo que, de reeditarse, cumplirá su tercera legislatura consecutiva.
Otros acuerdos están todavía por formalizarse, aunque todo apunta que serán una realidad como los de PP y Vox en Calvià (que arrebatan la Alcaldía al socialista Alfonso Rodríguez Badal pese a ser la lista más votada) o el de Marratxí. De momento, la extrema derecha de Vox guarda silencio a la espera que desde Madrid les den las instrucciones concretas sobre como actuar.
Pese a que el mapa de Mallorca se ha vuelto a teñir en buena parte de color azul, el PP no ha tenido los resultados de 2011 cuando tuvieron mayoría en 40 localidades de los 53 municipios que conforman Mallorca. Cabe señalar que los populares han incrementado el número de votos de manera más que considerable en las listas municipales, sumando ahora unos 19.000 apoyos más que hace cuatro años.
También las candidaturas socialistas han obtenido más votos, unos 3.000 más en el Part Forana, pese a que ello suponga un retroceso como fuerza más votada. El PSIB-PSOE es el partido más votado en 8 localidades, cinco menos que las que consiguió en 2019. Entre ellos destacan la pérdida de Alcúdia (ahora en manos del PP), Capdepera o Son Servera. La sorpresa también se dio el domingo en Lloseta, municipio tradicionalmente socialista, donde el PP ha sido la lista más votada. Pese a ello, los socialistas no renuncian a obtener la Alcaldía.
En otros municipios, como sa Pobla o Santa Margalida, los pactos son todavía inciertos ya que hay diversas opciones posibles, mientras en otras localidades como Binissalem todo apunta a que Víctor Martí continuará con mayoría simple si no hay un pacto entre el resto de formaciones (PSOE, PP y Més).
Otro dato a destacar en muchos municipios de la Part Forana es la irrupción de Vox en ayuntamientos de las localidades con más población. Si hace cuatro años, la fuerza de extrema derecha consiguió representación en pueblos importantes como Inca, Llucmajor (aunque sus dos ediles no han terminado el mandato dentro del partido) o Calvià, ahora también ha conseguido entrar en Santanyí, Manacor, Campos, Lloseta o Santa Maria y Esporles. La formación de Jorge Campos ha conseguido sumar 7.000 votos más con respecto a hace cuatro años. El incremento de Vox puede demostrar que, en ocasiones, la tendencia de las votaciones ha sido más en clave estatal que no por el trabajo realizado por los ediles durante los últimos cuatro años.