Vox ha mantenido una crisis interna durante esta legislatura que no ha sido resuelta hasta hace tres meses. Parece que favorablemente: se ha nombrado una nueva secretaria general del partido y se ha manteniendo a los dos candidatos para el Parlament y el Ayuntamiento, con manos libres para organizar sus respectivos equipos y campaña. Esta circunstancia ha retrasado la puesta en marcha de la organización y la movilización de sus afiliados. Por otra parte, los medios con los que ha contado el partido para propaganda electoral han sido ridículos, según el candidato del Ayuntamiento ha dispuesto de 5.000 euros y otra pequeña cantidad de donaciones, en clara desventaja con otras formaciones.
Su rostro no ha aparecido en la ciudad a excepción del cartel que ha colgado en Cort un amigo suyo. Los mejores resultados que han dado las encuestas sobre la proyección de voto para Vox han sido de 8 escaños en el Parlamento y 6 en el Ayuntamiento, un considerable incremento respecto a las elecciones de 2019 (3 y 4).
Pese a estos inconvenientes, los resultados, como partido, pueden considerarse bastante satisfactorios, pues en el Parlament han doblado sobradamente los resultados de las elecciones de 2019, colocándose como la tercera fuerza política más que doblando a la cuarta. En el Ayuntamiento de Palma han mejorado los resultados de aquellas cubriendo las mejores expectativas al igual que en la mayoría del resto de los municipios.