Eva Pomar (Palma, 1973), que durante 14 años fue la directora del departamento económico, financiero y de Gestión de Projecte Home Balears, ya ha dejado de ser una novata en la política. En 2019 sorprendió que fuera la elegida para encabezar la lista de CS al Ajuntament de Palma, pero logró cuatro concejales para la formación naranja. Ahora repite de nuevo con la firme convicción de que, a pesar de tener las encuestas en contra, su partido será decisivo y tendrán que tenerles en cuenta a la hora de formar gobierno y llegar a pactos.
Es muy positiva respecto a los resultados de su partido
—También realista. No sé si mantendremos todos los concejales que tenemos ahora, pero si seguimos teniendo presencia en Cort, el voto a Ciudadanos va a valer por diez porque el poder de negociación y ese talante que he intentado mantener desde 2019 hasta ahora para llegar a los mejores acuerdos está más vivo que nunca.
¿Cuál es su máxima prioridad?
—La potenciación de los mercados y el comercio local, son los verdaderos dinamizadores de la ciudad. Pero eso implica también mejorar la movilidad en Palma.
La movilidad ha sido uno de los temas estrella esta legislatura y seguirá siéndolo esta campaña, ¿cuál es su propuesta para mejorarla?
—Desplazarse en la capital es uno de los grandes problemas para los vecinos. Tenemos un plan integral para Palma en el que caben todos los medios de transporte, con una buena convivencia y una buena regulación. Sin prohibiciones ni imposiciones. Queremos aumentar los carriles bici y que sean seguros; dar seguridad a los peatones con 100 agentes de movilidad que controlen el buen uso de las zonas peatonales. También crearemos parkings disuasorios reales, con todas las condiciones necesarias, no como hasta ahora, que tenga servicios, conectividad con autobuses eléctricos lanzadera y frecuencias que aseguren llegar en tiempo y forma a tu destino.
¿Y con la EMT?
—El transporte público tiene que mejorar muchísimo: incrementar las frecuencias y las líneas. Por ejemplo, los vecinos del Molinar, ahora que empieza la temporada turística, ya no pueden coger la línea 15 porque está hasta los topes. Eso es inaceptable. También somos partidarios de mantener a partir de 2024 la gratuidad para los usuarios más jóvenes.
¿Palma es una ciudad sucia? ¿Se pueda dar la vuelta a esa imagen?
—Por supuesto. No se ha tenido en cuenta el incremento poblacional ni las necesidades de los vecinos de Palma. Todos pagamos los mismos impuestos, pero los servicios no son iguales, y la recogida de trastos es un fracaso pese a quien le pese. Hay que cambiarlo. Y si hablamos de reciclaje, quien lo haga debe ser bonificado en la tasa de basuras.
¿Qué puede hacer el Ajuntament para facilitar el acceso a la vivienda?
—Hemos perdido ocho años, no perdamos cuatro más. Apostamos por la rehabilitación de edificios; incrementar el número de plantas; la conversión de locales en viviendas, y trabajamos en un inventario de edificios vacíos que se puedan adquirir y convertirlos en vivienda social de alquiler.