La derecha se hará con la vara de mando del Ajuntament de Palma si se cumplen las expectativas del sondeo del Instituto Balear de Estudios Sociales (IBES) para Ultima Hora. De esta manera, gracias a la alianza de PP y Vox, el candidato ‘popular' Jaime Martínez, con sus nueve concejales, podría convertirse en el nuevo alcalde de Palma gracias a los seis ediles que sumaría la formación que lidera Fulgencio Coll. A poco más de 42 días para las elecciones municipales del 28 de mayo, se daría así fin al ciclo de ocho años en los que la izquierda ha estado gobernando en Cort con la entrada del tándem Martínez-Coll.
Se trata del baile de un solo concejal, que pasa del bloque progresista al conservador. Según la encuesta de IBES, el PSIB de José Hila, actual primer edil, perdería un regidor, lo que le deja con ocho concejales. La suma con los tres regidores de Més y los otros tres de Podemos será insuficiente. Esta última formación lucha por mantener sus tres regidores. Los socialistas pierden un regidor, vital para mantener la mayoría absoluta en Palma, mientras que Més y Podemos se mantienen en el número de concejales aunque pierden en el porcentaje en intención de voto. La izquierda baja mientras la derecha sube.
A la pérdida de votos de la izquierda se suma la desaparición de Ciudadanos de la sala de plenos. Los cuatro concejales que tenía la formación naranja se esfuman, tal y como confirma el sondeo. De esta manera, estos votos se irán al PP, que sube de seis a nueve regidores, y a Vox, que pasa de cuatro a seis, y que además rascarán uno a la izquierda. A la fulminación de Ciudadanos se añade que el PI no consigue sumar, tampoco en esta ocasión, los votos suficientes para entrar en el Ajuntament.
PP y Vox se bastan solos para concentrar el 45,8 por ciento de los votos, un porcentaje que contrasta con el 31,7 por ciento de las papeletas que reunieron en los comicios de 2019. Así, los ‘populares' consiguen subir en intención del voto del 18,6 por ciento de hace cuatro años al 27,1 previsto en las próximos elecciones. Vox también protagoniza un considerable aumento de papeletas en las urnas, pasando del 13,1 por ciento de 2019 al 18,7 previsto para las próximas elecciones.
Peor suerte corre el Pacte. En el caso del PSIB, baja del 26,5 por ciento de los votos obtenido hace cuatro años al 24,7 por ciento que vaticina la encuesta del IBES para el próximo 28 de mayo, lo que le hará perder un regidor. En el caso de Unidas Podemos también se espera una bajada de la intención de voto, pasando del 10,7 por ciento conseguido hace cuatro años al 8,6 para el 28M.
Bloques
En el caso de Més también hay una ligera caída del voto, pasando del 10,3 por ciento de las elecciones anteriores al 10,1 por ciento de 2023, lo que le permitirá mantener sus tres regidores. La formación ecosoberanista, adelantaría a Podemos y se convertiría en la segunda fuerza del bloque de la izquierda. Sin embargo, no sería suficiente para que el Pacte pueda sumar y hacerse una vez más con la vara de mando por tercera legislatura consecutiva ya que el porcentaje de votos es prácticamente el mismo que el de hace cuatro años.
Ciudadanos se desploma al pasar del 12,4 por ciento de la intención de voto a solo un 4,3 por ciento, lo que significa su desaparición del Ajuntament de Palma. En el caso del PI, los resultados serían aún peores que en los comicios de 2019, donde obtuvieron el 3,7 por ciento de los votos frente al 2,7 por ciento previsto en los próximos comicios. Ciudadanos queda así fagocitado por un nuevo bloque de la derecha encarnado solo por PP y Vox, que tendrán que pactar y repartirse las concejalías si quieren hacerse con el Consistorio palmesano.
La izquierda acusa el desgaste de los ocho años de gobierno y todos los partidos notan una caída de la intención de voto respecto a hace dos legislaturas. Así, en 2015 Unidas Podemos, la formación liderada en estas elecciones por Lucía Muñoz, pasa del 14,8 por ciento de las elecciones de 2015 al 8,6 por ciento previsto en 2023. En el caso de Més, cuya candidata es la actual regidora de Model de Ciutat, Neus Truyol, pasa del 15,7 por ciento de hace ocho años al 10,1 para estas elecciones.
Hace ocho años el PSIB, cuyo candidato ya era José Hila, obtuvo el 18,9 por ciento de los votos y en esta ocasión alcanzaría el 24,3 por ciento, lo que supone una mejora considerable. Sin embargo, ese progreso en la evolución del voto socialista en estos últimos años no consigue facilitar la suma del bloque de la izquierda, debido a la caída de sus socios de gobierno.
El bloque de la derecha se ve muy beneficiado en el lapso de estos ocho años. Así, el PP obtuvo el 26,5 por ciento de los votos mientras aún no había ni rastro de Vox, aunque Ciudadanos recopiló el 11,7 de las papeletas. De lo que no cabe ninguna duda es de que el voto conservador se concentraría en PP y Vox, que lograrían los 15 concejales. Jaime Martínez vivirá un repunte que le permitiría recuperar la Alcaldía que dejó Mateu Isern en 2015.
El apunte
La desmovilización de la izquierda juega en contra del Pacte en estas elecciones
Tras ocho años gobernando, la izquierda nota el desgaste con la pandemia de por medio. Los progresistas reconocen que el día 28 de mayo habrá que mirar con lupa si sus votantes acuden a las urnas o si se desmovilizan por cansancio. Mientras tanto, el bloque de la derecha acaricia el gobierno de Cort y sus militantes y votantes se muestran más optimistas. De esta manera, sería más fácil conseguir que se acerquen hasta los colegios electorales para depositar la papeleta. La izquierda confía en que el miedo al pacto entre PP y Vox pueda animar a votar.