Una de las escenas más comentadas en las redes sociales este domingo, durante el transcurso de las elecciones generales, ha sido el momento de la votación de Irene Montero, número dos en la lista de Unidas Podemos en Madrid, y tiene que ver con el apoderado de Vox.
Las elecciones generales dejan un gran número de informaciones y situaciones, y la que nos ocupa ha sido ampliamente difundida y comentada. Las cámaras captaron el momento en el que Montero introducía sus votos en las respectivas urnas, en mitad de la lógica expectación mediática que alguien de su posición comporta. Pero alguien se fijó en la cara y en los gestos con la boca que el apoderado de Vox realizó, coincidiendo con ese preciso instante.
La diversidad de opiniones es destacable. Mientras algunos creen que se trata de un gesto fruto de la casualidad, otros ven un signo mezquino y despreciable.
Ajena a todo, la candidata de Unidas Podemos ha ejercido con toda normalidad su derecho y posteriormente ha atendido a los medios. Ante los periodistas Montero se ha mostrado sorprendida por la afluencia de gente en los colegios electorales y ha expresado su optimismo aunque ha reconocido que «está todo abierto».
Montero ha acudido al mismo colegio de La Navata, en el municipio madrileño de Galapagar, al que había ido previamente el candidato de Unidas Podemos a la Presidencia del Gobierno, Pablo Iglesias.
En las pasadas elecciones, Iglesias votó en Vallecas y estaba acompañado por Íñigo Errejón. En esta ocasión, Iglesias y Montero han votado por separado aunque ambos han contado con la presencia del candidato de Podemos al Congreso por Madrid, Rafa Mayoral.