El inversor del lujo «percibe todavía un recorrido muy grande» en Mallorca. Así lo aseveró el director general del Grupo Tecnitasa, José Antonio Muro, en su presentación del Informe Premium Residencial Balears. La calidad de vida en la isla, insistió, y por ende de todo el Archipiélago, convierten a Balears en una «referencia mundial» a la altura de los principales focos internacionales en este segmento residencial. «El inversor del lujo nos compara con Londres, París o Nueva York».
Una tesis que apuntaló Luis Díaz, delegado en Balears y responsable del Área Lujo en Tecnitasa. «Hay una gran demanda por venir porque Mallorca lo tiene todo», señaló para subrayar que «queramos o no queramos, Mallorca va a ser el próximo Saint-Tropez». Así, se refirió al entorno rural como polo de atracción del grueso de la inversión, un hecho que se ha visto acentuado tras haber sufrido las restricciones asociadas a la pandemia. «El futuro del lujo va a estar en el campo. La gente no compra solo una casa, compra poder tener olivos, gallinas...·.
El perfil de cliente, asimismo, ha ido variando en los últimos años, especialmente en el rango de edad. Así, nos encontraríamos con compradores de nacionalidad principalmente alemana, de entre 40 y 60 años de edad. Por lo común, parejas jóvenes con hijos, «CEOs de empresas que suelen venir con la familia o incluso gente más joven como deportistas de élite, conocidos DJs o youtubers».
Susana Campuzano, socia directora Luxury Advise y directora del curso de Gestión Estratégica del Universo del lujo en IE Business School, se encargó de cerrar este recorrido por el universo premium en Balears incidiendo especialmente en el impacto de la revolución digital y la IA o su reconfiguración geográfica. «Es un mercado que se está abriendo a China y a Emiratos Árabes -con su gusto por la ostentación- y luego vendrá África».