Govern, consells y hoteleros mantienen multitud de reuniones en Fitur. El objetivo, casi siempre, abrir nuevos mercados, atraer inversiones... El vice presidente Biel Barceló, la directora general de Turisme Pilar Carbonell, además del presidente del Consell Miquel Ensenyat, el conseller insular Cosme Bonet y la directora insular de Turisme Paula Ginard mantuvieron en Madrid diferentes citas. Una de las anécdotas de la feria se produjo cuando un empresario chino se interesó ante Paula Ginard por la posibilidad de comprar una isla en Mallorca. Era, claro, un intento de vertebrar una oferta de turismo de lujo. Ginard, con buenas palabras y gran paciencia, explicó al empresario que no había ninguna isla o islote a la venta en Mallorca. En todo caso, informó al decepcionado empresario chino que en Eivissa existía la isla de Tagomago, de unos 400.000 metros cuadrados, situada a 900 metros de la costa, en el municipio de Santa Eulària, y que era propiedad del empresario inmobiliario alemán Matthias Kühn. El empresario chino, en todo caso, aseguró no estar interesado en un islote en Eivissa. Lo quería en Mallorca.
Faltaban menos de 24 horas para que la reina Letizia inaugurara Fitur y los diferentes pabellones estaban aún repletos de operarios, había multitud de cajas en los pasillos, pequeñas grúas, estands a medio montar... Parecía entonces imposible que la feria pudiera abrir sus puertas con normalidad, pero cuando llegó la hora de la inauguración, todo estaba en su sitio. El milagro de cada año se había producido.
La reina Letizia ni apareció por el estand de Balears en el acto inaugural. En cambio, el pasado jueves, y después de que el conseller insular Cosme Bonet se empleara a fondo, Pedro Sánchez sí se paró en el estand y saludó a los socialistas de Balears, entre ellos el alcalde palmesano, José Hila. El secretario general del PSOE pasó de largo en un primer momento, pero cuando iniciaba el camino hacia la salida fue abordado por Bonet, que aguardaba su paso.