Rafel Bestard, el pintor filósofo que retrata la «inquietud» del mundo

El mallorquín exhibe en la galería Contrast de Barcelona la parte creativa de su investigación sobre el arte y el hacer pictórico

Cuadro Rafel Bestard

Uno de los cuadros de Rafel Bestard que se pueden ver en Contrast de Barcelona

|

El filósofo alemán Martin Heidegger escribió en su texto, El origen de la obra de arte, que «el artista es el origen de la obra. La obra es el origen del artista. Ninguno es sin el otro». El intento del autor era comprender, entrever, o como diría él, descubrir, el sentido del arte, del pintar. Como Heidegger no era pintor, solo filósofo, trató de comprender lo que pasa por la mente y la mano de un pintor cuando se pone –nunca mejor dicho– manos a la obra. No obstante, la distancia entre su ser-filósofo y su ser-pintor (por no serlo) es amplia.

No es el caso de Rafel Bestard (Palma, 1967). El mallorquín es, además de artista, filósofo. O está en ello. Actualmente trabaja en una tesis doctoral donde explora la fenomenología de la pintura «introduciendo el elemento de la labor del artista». Tal y como indica Bestard, «Heidegger llegaba a un punto intentando aclarar qué era el arte, pero para ello hay que entrar en la actividad del artista», algo que aporta él como, precisamente, pintor.

El pintor Rafel Bestard con dos de sus obras.

Este trabajo teórico, actualmente en desarrollo y que pudo avanzar en el máster en filosofía que cursó, tiene también un trasvase pictórico en La inquietud latente, la exposición en la galería Contrast de Barcelona en la que Bestard exhibe sus obras que exploran el concepto de unheimlich (siniestro, inquietante) filtrado por Schelling, que lo define como ese algo que se manifiesta cuando debería estar oculto.

Esto mismo, este ‘algo’, es lo que persigue Bestard en sus cuadros, «algo amenazante que moviliza al espectador, que le provoca una cierta inquietud» y que trabaja con los medios mismos que proporciona la pintura, la cual niega abiertamente como «lenguaje». «Si alguien dijera que la poesía es un lenguaje los poetas se le tirarían a la cabeza. La poesía se expresa a través del lenguaje, pero no es su gramática ni su sintaxis. Lo mismo pasa con la pintura».

Por ello, por los límites, pero también las múltiples posibilidades del hacer pictórico, Bestard la ubica en un posicionamiento «prelingüístico», un espacio que «permite el aparecer de cosas que luego el lenguaje puede manejar, razonar y hablar sobre ello» y cita a Paul Klee cuando este señaló que «la pintura no reproduce lo visible, sino que hace visibles cosas de las que luego podemos hablar».

En La inquietud latente, en concreto, Bestard reúne más de una veintena de pinturas en las que ha «trabajado con figuras la corporalidad, la presencia humana, con cierta dosis de expresión». Por ejemplo, hay una serie en la que las figuras «cantan», y en otras la misma posición del cuerpo del objeto «se relaciona con el espectador que ha de incorporar su propio cuerpo para descifrar el sentimiento que puede albergar en el cuadro la figura representada».

Otra de las pinturas de Rafel Bestard de la muestra 'La inquietud latente'.

A ello se suman algunos paisajes del mar nocturnos que introducen «nuevas capas de significante» y, en conjunto, todas «otorgan un cierto estado de incertidumbre reflexiva, que es el estado en el que estamos actualmente».

Este proyecto relacionado con el concepto de unheimlich es algo que Bestard quiere seguir estudiando y en el futuro tiene pensada una exposición en Palma que lo desarrolle todavía más. Será, si todo va bien, el año próximo, después de su paso por Barcelona y también de la residencia que tiene en marcha en su estudio con creadores de la península y de México, entre otros. Una excusa, en el fondo, para hablar de pintura entre pintores, una fuente de información enorme par aun artista que no solo pinta, sino que además piensa lo que pinta como filósofo.

Lo más visto