Al filo de terminar su formación en Bellas Artes, el mallorquín Joan Bonnmaison se enfrentará en breve a un doble reto; el de dar forma a su trabajo final de grado y, a la vez, plantear la individual Adimensional Echoes, en XF projects, el espacio madrileño que regenta el galerista mallorquín Xavier Fiol, que se inaugura el 4 de marzo dentro de la Semana del Arte de la capital española. De esta manera, el joven entrará en el circuito galerístico con una individual con apenas 24 años, poco después de acabar su formación académica. «Es interesante cómo se alimentan los dos proyectos. El tutor me dijo que tengo que mencionar a la galería en el trabajo de final de grado, ya que eso será muy positivo de cara a la calificación», señala Bonnemaison, definido por Fiol como «el nuevo Miquel Barceló».
La propuesta de la exposición partió del galerista, después de ver la obra del artista en un dossier que este presentó a un premio de artes visuales en el Fiol era jurado. El encargado de acompañar al creador en la muestra es el comisario Tolo Cañellas, quien también firmará el texto de sala. Este experto en arte contemporáneo vivió años en la capital, donde llevó a cabo proyectos como Black Pillar, junto a Guillermo Espinosa.
El punto de partida de la muestra de Bonnemaison es una imagen que, al reformar la cocina de la casa donde vive, la madre del artista encontró dentro de uno de los muebles nuevos. «Desconocemos si estaba tirada en mitad de la obra o si llegó con el mueble. No son familiares nuestros ni sabemos quiénes son los protagonistas de la foto».
Se trata de la típica imagen familiar de la España de los años 60, pero el origen incierto de la instantánea hace que la misma esté recubierta por un halo de misterio. Fabulando sobre esa historia posible, nace el hilo conductor de la muestra, construyendo una historia alternativa que parte de un conjunto de especulaciones que se han generado a partir de la imagen. La información no es tan importante como lo que te cuestionas, como por ejemplo dónde pueden estar los personajes que aparecen retratados ahora mismo», explica el creador. Las imágenes juegan con elementos como puertas que aluden a las diferentes dimensiones con una marcada estética onírica, como extraídas de una película de David Lynch.
Los diferentes tamaños de las piezas aluden a la idea de la adimensionalidad del título, a la vez que también ayudan al ritmo de la muestra. «Hay formatos tipo paisaje, más grandes, y luego alterno horizontalidad y verticalidad», señala el mallorquín, que ya tiene totalmente terminadas unas ocho piezas de la serie y conceptualizadas las restantes. «En total serán unas quince piezas que explicarán una historia posible», remata Bonnemason.
Alternativo
La muestra se podrá ver en Madrid, en lo que será la primera individual del artista en una galería convencional después de pasar por los dos espacios expositivos alternativos más interesantes de la Isla, Taca y Stain. «Fue importante para mí trabajar con ellos antes de llegar a una galería convencional. Realizan un trabajo muy bueno, fue una oportunidad y un comienzo. Son espacios jóvenes que me abrieron las puertas y en los que pude comenzar a mostrar mi trabajo», declara el artista.
El comisario de la muestra destaca «que incluso nos cuestionamos la idea de que la fotografía esté en esta dimensión. Hablamos de las realidades posibles, todo gira en torno a eso, y queda patente en el universo onírico de las piezas e incluso en el título; podrían ser ecos de diferentes dimensiones», afirma Cañellas, a la vez que destaca las particularidades del espacio XF de Madrid, algo que hace que no sea un site-especific, pero «se le parece, ya que la obra está pensada para la muestra. Acepté el reto del espacio con este proyecto, otro cualquiera no me cuadraría», señala el experto en arte contemporáneo.
Espero que no aparezca por la catedral