La artista mallorquina Amparo Sard tiene la agenda repleta de compromisos e inauguraciones. Hace apenas unas semanas clausuró su exposición en la galería Voss de Düsseldorf. La docente de Adema cierra una muestra en la que evoluciona a partir del trabajo realizado con Impasse, que se pudo ver en este mismo espacio en el año 2010. «Voss es una galería que lleva más de tres décadas abierta y trabajando internacionalmente. Da mucha tranquilidad colaborar con espacios que tienen una trayectoria tan extensa», señala la artista.
Temáticamente, la muestra que presentó repasa las obsesiones que constituyen el núcleo de su trabajo, entre las que destaca la reflexión sobre la saturación visual, junto a la apatía y a las respuestas al avance tecnológico, pero todo trabajado desde un enfoque «activista y de conciencia humana», remarca Sard, a la vez que destaca que «ya trabajé con Fuzzy Objectives (Objetivos Difusos) para reflexionar sobre la transformación que está experimentando nuestra percepción de la realidad a través del uso de la tecnología».
Desde el día 31 de enero, la obra de Sard forma parte de la nueva colectiva de la sala permanente de Es Baluard Museu, junto a otros proyectos que tendrán lugar fuera de nuestro país. También destaca la participación en ferias como Arco, de la mano de la galería Anita Beckers, y MIART (Feria de Arte Contemporáneo de Milán) en abril, esta vez con el espacio de Paola Verrengia. También inaugura una instalación de gran formato, de nuevo en Alemania, con motivo de la Capital Europea de Cultura. «La pieza se colocará en Chemnitz. Viajé para supervisar personalmente la colocación de la instalación», comenta Sard, que lleva un año con estudio abierto en Nueva York, experiencia que califica de enriquecedora, ya que es una ciudad que te obliga a salir de tu zona de confort.
«Hay una energía creativa única en cada rincón. Está llena de historia y de vanguardia, lo que es muy inspirador para mí. Por supuesto, también está siendo un reto, ya que la ciudad tiene su propio ritmo y al principio puede resultar abrumador», considera la creadora, que también tiene base de producción en Palma. De las piezas que presentó en Alemania, por ejemplo, algunas están producidas en los talleres de Adema, primero en los laboratorios tecnológicos, para darles forma, y luego en el taller de escultura.
«Tienen un equipo técnico especializado y es una suerte poder contar con ellos», afirma Amparo Sard, que está inmersa en una nueva técnica en la que los encolados se realizan directamente sobre lienzo. La isleña comenzó a trabajarla en Nueva York. «Se trata de obra pictórica de gran formato realizada con papeles perforados y con pintura acrílica sobre tela. En todas las piezas se invita al espectador a mirar más allá de la superficie de las imágenes, a cuestionar lo que se les presenta como realidad, para explorar aquellas zonas grises que están ocultadas bajo la superficie», concluye.