Navidad es la época dorada de las comedias románticas y familiares. Son películas amables para disfrutar de una velada con los seres queridos. Dos de esas películas que llegan a los cines tienen sello mallorquín: la guionista Irene Niubó. Este mismo jueves, víspera de festivo, llega a los cines ¿Quién es quién?, dirigia por Martín Cuervo y escrita por Niubó, mientras que el día 25, el día de Navidad, hará lo propio Sin instrucciones, cinta de Marina Sereseski que ha coescrito junto a la también mallorquina de adopción Marta Sánchez.
No es la primera vez que Niubó trabaja con Cuervo, para quien ya escribió, junto a Sánchez, Todos lo hacen (2022). De hecho, para el año que viene están preparando Bajo el volcán, que estará protagonizada por el actor cubano William Levy. «Aunque tiene unos quince años menos que yo y somos de generaciones diferentes, formamos un buen tándem; nos ponemos de acuerdo en muchos aspectos y él es muy respetuoso con mi trabajo como guionista», reconoce Niubó, a la vez que admite que aunque ella firma el guion en solitario, el director se ha implicado mucho en su escritura.
En ¿Quién es quién? una familia aprenderá el valor de la empatía al intercambiarse sus cuerpos. «Cada uno vive desconectado, pero deberán aprender a ponerse, forzosamente, en la piel del otro», apunta sobre esta comedia, que, asegura, «disfrutarán desde abuelos hasta los más pequeños de la casa». «Esperemos que funcione este fin de semana y, si es así, habrá una segunda parte», anuncia, a la vez que cuenta que el pasado fin de semana se celebró con una gran acogida el preestreno en Madrid. El largometraje cuenta con un elenco formado por Kira Miró, Salva Reina, Elena Irrueta o Sofía Otero, protagonista de 20.000 especies de abejas.
Por otra parte, el 25 de diciembre se estrenará Sin instrucciones, de Sereseski. En este caso, es una «comedia más dramática» que tiene un comienzo más cómico, con un mujeriego que, de pronto, se convierte en padre (Paco León). «La evolución del personaje es muy bonita, porque comienza siendo un solterón y termina responsabilizándose de su hija», detalla.
Ambas, apunta, son «remakes», adaptaciones. «Cuesta mucho sacar adelante proyectos propios, historias originales; la industria no quiere arriesgarse y apuestan por productos que saben que han funcionado en otros países», explica. Así las cosas, la gran mayoría de trabajos son encargos, aunque, asegura, «te los acabas haciendo tuyos». «Y es que cuando nos referimos a encargos, a menudo es que te plantean una idea, pero tú tienes que construir toda una historia, con sus personajes. Al fin y al cabo, nuestro trabajo tiene una buena parte creativa, pero no deja de ser un oficio», apunta.
Asimismo, sobre este tipo de cine, tan apropiado para esta época del año, Niubó reconoce que suele sufrir el menosprecio de buena parte de la crítica, «como todo lo comercial, familiar y navideño». «La tildarán de simplista, pero la verdad es que el público disfruta mucho con este tipo de filmes. Son orgullosamente comedias sencillas, blancas, familiares, navideñas», concluye.